El asesinato de un nene de 13 años conmovió a la pequeña ciudad de Coronel Pringles, tanto por sus presuntas revelaciones como por el proceso y la resolución. Ahora volvió a escena por la pandemia del coronavirus.
En el marco de la pandemia del coronavirus, el controvertido caso Margiotta volvió a aparecer en escena. 18 años después del crimen de Federico Margiotta, menor que fue asesinado en la localidad bonaerense de Coronel Pringles en agosto de 2002, uno de los condenados, Jorge Fabrizio, pidió la prisión domiciliaria, la cual le fue negada a pesar ser paciente de riesgo.
Jorge Fabrizio y Pedro Martínez estuvieron detenidos 2 años, fueron absueltos en 2007, y nuevamente condenados en 2018 a prisión perpetua acusados de asesinato (y en el caso del primero, también de abuso sexual), fallo que fue confirmado a mitad del año pasado por la Corte Suprema de Justicia de la provincia de Buenos Aires.
Los jueces Eduardo D’Empaire, Ricardo Gutiérrez y Hugo Adrián De Rosa no hicieron lugar a la solicitud efectuada por la abogada Graciela Cortázar, quien reclamó la morigeración de la detención Fabrizio, sentenciado de 72 años, quien padece hipertensión crónica y que en el marco de la pandemia se lo aisló en la Unidad Penal N° 19 de Saavedra (por orden del Tribunal), permaneciendo poco tiempo en el sector de Sanidad y posteriormente siendo derivado a un salón de usos múltiples, que cuenta con habitaciones sin ventanas.
Una de las razones de la negativa a la prisión domiciliaria es porque en 2018, tras tomar conocimiento sobre su sentencia, Fabrizio escapó de Coronel Pringles y fue capturado horas más tarde en una cochera de la localidad vecina de Pigüé. Allí lo atraparon con 6 mil dólares y 200 mil pesos que tenía “para comprar dos motos”, según argumentó. “Me sacaron la plata y nunca más me la devolvieron”, recordó el condenado.
“En marzo de 2005 me detienen a la madrugada. Tres meses torturándome, durmiendo en el piso, sin comida. Tres meses de tortura. Estuve 2 años en la unidad DDI de Bahía Blanca hasta el juicio, que salimos en libertad”, contó Fabrizio en diálogo con minutouno.com. Tres años después del crimen de Margiotta, la policía golpeó en la puerta de Fabrizio y se lo llevó detenido. Era uno de los sospechosos, junto a Pedro Martínez. “Lo confundieron con otro que había sido socio mío y se llama igual; yo no tengo relación, solo lo conocía de vista”, sostuvo.
Y la familia de Pedro Martínez también insiste en esta versión: que los acusados no se conocían entre sí y que a éste lo confundieron con “otro Martínez”. En un informe difundido el año pasado por el medio local El Orden de Pringles, Blanca Martínez, la hermana del detenido en el Penal de Saavedra cargó contra el fiscal Christian Long y contra la investigación, ya que afirmó que se equivocaron de Martínez y aseguró que ambos son inocentes. Pidió además que se haga justicia por su hermano y por el niño Federico Margiotta. “Para mí son los dos inocentes, estoy segurísimo”, señaló el periodista local, José María Martel, quien investigó el controvertido caso y participó del material mencionado.
La muerte del menor de edad había conmocionado a la pequeña localidad de 25 mil habitantes. El primer juicio escandalizó a Pringles y la vecina ciudad de Bahía blanca, tanto por sus presuntas revelaciones como por el proceso y la resolución. No se pudo precisar la fecha de muerte del niño de 13 años (se fijó entre el 22 y el 25 de agosto de 2002, de noche), pero sí la causa: asfixia mediante sofocación, aunque no se probó que haya sido sumergido en un estanque como se creía al principio; y también se confirmó que el chico había sido golpeado y sometido a distintas prácticas sexuales.
La falta de pruebas materiales y la situación de que dos testigos, que habían dicho estar en la presunta fiesta sexual, cambiaran sus declaraciones iniciales, determinó que sean absueltos en 2007.
“Yo no tengo nada que ver. Ni conocía al chico tampoco. En principio creo que la causa la armó la policía”, insistió Fabrizio en diálogo con este portal, argumento que también brindó en ambos juicios. “Les decían a las chicas (por las testigos) que si no declaraban en contra de Fabrizio no veían más a sus hijos”, añadió.
Federico Margiotta, de 13 años, fue asesinado en 2002.
La representante de Fabrizio, Graciela Cortázar, señaló que se trata de “un caso que estuvo con autores ignorados, y una sensación y un olor de que era un hecho de la policía”. “Aparecen sindicados dos personas que son dos ciudadanos honorables, que son Pedro Martínez y Jorge Fabrizio, y que no conocían a Margiotta. La prueba es indirecta, hasta que aparecen testigos, de identidad reservada, que eran mujeres que serían las que habrían estado en esa ‘fiesta’. Con eso los llevan a juicio a ambos. Las testigos declaran, una se desdice y dice que la apretaron. La otra dice cosas inexactas, y de hecho así lo notaron los jueces, y por eso salieron absueltos por unanimidad en 2007”, reconstruyó la letrada.
Pasaron 10 años, en los que Fabrizio volvió a su casa en Coronel Pringles, gozó de libertad y hasta viajó por el mundo. “Hasta que la por entonces gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal visitó Pringles para inaugurar un acceso y la madre del chico le presentó una carta, y ella la presentó en el poder judicial”, relató Jorge. “Casación con los nuevos jueces anulan lo del tribunal de Bahía Blanca, y los vuelven a juzgar”, completó la abogada.
Lo cierto es que, en 2018, Fabrizio y Martínez fueron condenados. “No hay evidencia material ni física, no saben cuándo murió, no hay datos genéticos, ninguna testigo estuvo en el lugar en donde lo mataron. El voto basado casi exclusivamente en perfiles psicológicos y el testimonio nuevo de una chica”, indicó Cortázar.
El nuevo juicio contó con el relato de Jessica Gorondo, quien había declarado en el primer proceso y que fue la única de las tres mujeres que dijeron haber estado en la “fiesta” y que luego mantuvo sus dichos. Y se sumó una nueva testigo: Verónica Cenizo, de 41 años, quien ratificó ante los jueces la existencia de “fiestas sexuales” en Coronel Pringles y declaró haber sido abusada por Fabrizio cuando tenía 11 años.
Estos testimonios y los perfiles psicológicos y psiquiátricos de los peritos psicológico y psiquiatra Julio Tapia y Eduardo Wrobel, fueron las claves de la nueva sentencia: el Tribunal Criminal 3 de Bahía Blanca condenó a Jorge Fabrizio y Pedro Martínez a prisión perpetua.
Se trató de un fallo dividido, en el que los jueces Eduardo D’Empaire, Hugo De Rosa y Ricardo Gutiérrez condenaron también a Fabrizio por el abuso sexual del joven. Y, además, dictaron la detención inmediata. “El nuevo fallo tiene un voto en contra por la insuficiencia probatoria”, completó Cortázar.
A través de su primer abogado (Rubén José Diskin, quien falleció en febrero de este año), Fabrizio hizo un recurso de casación que ahora continúa Cortázar, quien tomó la defensa. “En estos momentos, el que ahora tiene el caso es un tribunal conformado por los jueces nuevos que son tres Florencia Gudiño y Mario Kohan, que ya votaron, y el que tiene la causa para votación desde noviembre es Ricardo Maidana”, comentó la abogada.
En este contexto, la abogada recordó el reciente caso de Jorge González Nieva, quien estuvo preso 14 años por un crimen que no cometió. “Lo más escandaloso es ver que hay gente que está presa, sin elementos y, además, hay una víctima (por Federico Margiotta) y una familia que ha perdido a un chico y que tampoco tiene Justicia”, concluyó la letrada.
Luego que el máximo tribunal bonaerense confirmara el fallo a fines de 2019 y rechazara las apelaciones presentadas por la defensa de los sentenciados, el abogado de los Margiotta, Hector Bertoncello, señaló que desde la familia esperan que “Casación resuelva cuanto antes” el recurso presentado por los condenados. “La Suprema Corte dictó la sentencia rechazando los recursos extraordinarios federales que habían opuesto a la realización del juicio oral del año pasado (por el 2018) Martínez y Fabrizio, alegando que ya habían sido juzgados y absueltos en el juicio anterior y haciendo alusión a que nadie puede ser juzgado dos veces por la misma causa», precisó.
“Ahora lo único que queda para los dos acusados por el crimen de Federico Margiotta es el recurso de las defensas contra la última condena”,.
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